Nombre hindú, Petit Verdot, Sierra de Ronda… Samsara

Para terminar la semana seguimos nuestro camino hacia el sur para adentrarnos de lleno en una bodega de nueva creación situada en la Sierra de Ronda, en Málaga… cuya denominación de origen no puede ser otra que Sierras de Málaga. Se trata de Samsara Wines. Mi experiencia personal con esta bodega andaluza la tuve en el Salón Peñín de los Grandes Vinos de España, cuando conocí a su enólogo (Miguel Gómez) y a su propietario (Pablo)… con su vino supieron poner un gran broche final a una jornada de mucha sorpresas e inquietudes enológicas. ¿Te apetece conocerles? ¡Vamos allá!

¿Qué es Samsara Wines?

Esta jovencísima bodega andaluza nace de la inquietud y la pasión de cuatro jóvenes profesionales del sector vitivinícola (viticultores, bodegueros y enólogos) que trabajan en 4 hectáreas y medias de viñedo propio con variedades francesas y españolas, y cuyo buque insignia es la variedad Petit Verdot. Es un proyecto en el que cada botella que sale de bodega habla de esta tierra a nivel varietal, climatogía y terruño.

Como decíamos, los viñedos están situados en Sierra de Ronda, según nos transmite la propia bodega en microclima y suelos distintos que va desde el Tajo de Ronda a 700 metros de altitud compuesto por tierras franco-arcillosas y de un clima cálido predominante a la Sierra de las Nieves a 850 metros de altitud sobre el nivel del mar y cuyas tierras están compuestas de «Roca Madre» de Ronda y de clima mucho más frío (zona en la que se cultiva el Petit Verdot que cataremos hoy). En estos viñedos nos volvemos a encontrar con, la ya conocida, viticultura ecológica,  dado que establecen para el cultivo de vid cubiertas vegetales que favorecen la rica biodiversidad propia del lugar y que ayuda a la viña a encontrar su equilibrio y a extraer el máximo potencial varietal y del terreno.

En cuanto a la filosofía a la hora de elaborar sus vinos, Samsara elige unos vinos naturales de elaboración artesanal como se ha estado haciendo a lo largo de la historia, sin aditivos artificiales y por gravedad (evitando las bombas durante el proceso de vinificación)… haciendo que el hombre tenga el menor contacto posible con el vino durante el proceso de elaboración aunque sí un estricto cuidado.

Nos encontramos de nuevo con una filosofía de «el vino se hace en la tierra», y es que se hacen controles de maduración en la viña mediante la cata de uva y análisis químicos, aunque el primero le den mucha más importancia. La vendimia (como no podía ser de otra manera dada la filosofía de Samsara Wines), es manual y nocturna (en cajas de no más de 15 kg. para cuidar al máximo la calidad del fruto y que llegue a la bodega en óptimo estado. Utilizan la fermentación espontánea, que se realiza a temperatura controlada y de nuevo vuelven a otorgarle una importancia significativa a la cata, ya que a través de ella, se determinarán las labores de bazuqueo, remontado, descube, etc.

La crianza se llevará a cabo en barricas de roble francés, centroeuropeo y americano. Y de nuevo, el tiempo que el vino pasa en barrica en la fase de crianza se determinará mediante una cata para evitar, de este modo, estos defectos de madera que a veces nos encontramos… y que, lamentablemente ¡pueden estropear la esencia de un buen vino!

Como dato adicional, os comento que… aunque el vino que cataremos hoy es de la añada 2011, desde 2013 están trabajando con otras parcelas. Así que a partir de los próximos años podremos degustar otros vinos, a parte de su único vino que hoy conoceremos: Samsara. A ver con qué nos sorprenden… porque os aseguro que, ¡la sorpresa está totalmente asegurada!

Llegamos al final de nuestra aventura malagueña con la cata de Samsara 2011. Se trata de un vino tinto monovarietal de Petit Verdot crianza envejecido durante 11 meses en barricas de roble francés y centroeuropeo. Os preguntaréis qué nos puede dar esta variedad de origen francés cultivada en la Sierra de Ronda en la copa… indudablemente mucho. En la fase visual tiene un color todavía muy vivo dado que es un cereza picota con un ribete e irisaciones violáceas. Pero pasamos a la fase que ya vais sabiendo que es mi debilidad y con la que más disfruto… ¡la olfativa! En nariz encontramos fruta negra como las moras, arándanos y cassis, con notas florales, balsámicas, de tinta china y especias como la canela. Es en boca donde pone un broche de oro en su cata pues nos encontramos con un vino muy fácil de tomar pero de gran carácter y maduro. Nos encontramos ante un vino de textura untuosa, muy equilibrado y de taninos pulidos. Totalmente redondo, persistente y de gran expresión tras su paso. ¡Excepcional!

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