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Se puede afirmar que los Numanthia han sido los vinos que han puesto a la Denominación de Origen Toro en el mapa a escala mundial. Y es que, estos vinos zamoranos han sabido marcar el estilo de esta región vinícola castellana desde que se fundara la bodega en 1999 de mano de la Familia Eguren…algo que cambió en 2008 con su venta al grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH). Son vinos especiales, nadie puede negarlo. Con identidad. Con mucho temple, sobre todo si nos referimos al venerado Termanthia.
De la tierra a la copa.
Bodegas Numanthia no tiene un viñedo único y unificado si no que está dividido en parcelas de diferente composición de suelo, orientación y orografía. Un total de 114 viñedos distribuidos por toda la Denominación de Origen Toro. Gracias a su terruño de arcilla, piedra y arena cuya composición posee una elevada acidez y de un 60% de componentes gruesos, Toro sobrevivió a la plaga de filoxera por lo que su viñedo es enteramente prefiloxérico.
Como buena bodega zamorana tiene como uva emblema la variedad Tinta de Toro, una evolución de la tempranillo que ha engrosado el hollejo, perdido los hombros del racimo y cuyas hojas se han reducido. Son bayas algo más pequeñas y con una relación pulpa – hollejo mucho menor que han aumentado la cantidad de polifenoles, lo que contribuye a la mejor autoprotección de la vid. Por todo ello, para esta bodega respetar los ciclos de la viña es fundamental.
Uno de los lemas de Bodegas Numanthia es «razonar la tradición», algo que lleva a una de las razones por la que ha intentado buscar siempre el componente genético. Tradicionalmente, los vinos de Toro se han utilizado para la venta a granel o para aportar color y estructura a otros vinos que no la tenían. Vinos recios. Vinos que prácticamente se podían consumir «con cuchillo y tenedor». Por fortuna, y derribando un mito que todavía sigue existiendo en la actualidad, en este momento se estilan vinos más frescos, más frutales y, sobre todo, mucho más fáciles de beber.
Un detalle importante es que, a pesar de que comercialmente no le den bombo y platillo, ha sido calificado hace unos años como viñedo ecológico.
Pero como todo buen numantino la furia está en la sangre, en este caso en el vino dentro de una botella de corte burdeos.
Por qué probar…
Termes 2013. Un vino nacido en el año 2000 y dedicado a todas aquellas personas que buscaban la frescura y carácter frutal que Numanthia no desprendía. Y no porque le faltaran estas virtudes, si no porque le «sobraba» complejidad.
Procedente de viñas de entre 30 a 50 años, Termes se compone de un ensamblaje entre parcelas que, dependiendo de la añada, se determinará el porcentaje de unas u otras. Envejecido en barricas nuevas de roble francés y perfilado en barricas de roble francés usadas por Numanthia el año anterior.
Nos encontramos con un vino con muy buena carga frutal y muy balsámico con una ligera nota espaciada. Taninos pulidos y agradables que no poseen demasiada agresividad.
Precio aproximado: 20€
Numanthia 2012. Vino emblema de la bodega. Marca insignia de la casa que ha llevado a la Denominación de origen Toro a más de 80 países. Elaborado con viñas de entre 60 a 100 años con muy bajo rendimiento (menos de 2000 kg. por hectárea).
Aromas muy seductores de fruta roja, especias con un sutil fondo de bollería francesa. Taninos presentes aunque muy bien integrados con el vino.
Precio aproximado: 40€
El Santo Grial de Bodegas Numanthia.
Thermantia 2012. Obtuvo los anhelados 100 puntos Parker. Vino que fue capaz de poner la DO. Toro en el mapa. Con estas referencias ya somos capaces de descifrar que es un maravilloso vino, más aun cuando roza tus labios. Elaborado con viñas de 140 años aproximadamente procedente de la parcela Teso de los Carriles con un rendimiento de 1300 kg. de uva por hectárea y una producción limitada de 6000 a 7000 botellas.
Para mí Thermantia es un todo y nada. Refleja todavía una alta carga frutal y, sin embargo, no sería capaz de describir un prescriptor concreto. Al más puro estilo bordelés trasladado a Toro. Extensa complejidad coronada por un sin fin de especias donde prevalece la pimienta, los balsámicos y la bollería francesa. Muy expresivo en nariz y accesible en boca. Tanino seductor. Aterciopelado. Franco, amplio y de final interminable.
Quiero definirlo como un vino de precisión y larga vida ya que dentro de 20 años continuará en perfectas condiciones para ser consumido. Aunque bajo mi humilde opinión y sabiendo que el vino está para «ponerle un piso» tiene un valor aspiracional más que real.
Precio aproximado: 215€
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About Alicia Gómez
Periodista gastronómica made in Soria. Gastrónoma y wine-sake lover vocacional, entusiasta del marketing y comunicadora nata analógica, digital y personalmente, más aún si tiene que ver con la gastronomía o la vinicultura. En tiempos difíciles, ¡persigo sueños! Además de fundadora de este portal de noticias gastronómicas, soy creadora de la consultoría de gastromarketing, comunicación y eventos aliciagastromkt.com y de la academia en lengua española de marketing y comunicación gastronómica academia.aliciagastromkt.com. Especialmente sensibilizada con los aromas, sabores, texturas… y con hacerlos llegar a la totalidad de la población, porque creo que la gastronomía es otra vía más para conversar. Por ello, mi proyección de presente y futuro es la de unir estas grandes disciplinas ya sea en literatura, impartiendo un taller o cata o mediante estrategias para restaurantes y productores.